20 de noviembre de 2009

Templo de cástor y Pólux:

Durante la batalla del Lago Regilo entre romanos y latinos en el 496 a. C. el dictador, Aulo Postumio Albino hizo voto de consagrar un templo a Cástor y Pólux. En la batalla se había visto a dos jóvenes luchando de parte de los romanos. Aquella misma tarde de la victoria también se les vio abrevando sus caballos en la fuente Yuturna y anunciaron a los romanos la victoria alcanzada, desapareciendo luego; se les identificó con los Dioscuros. En el lugar de esa aparición se construyó el templo ofrecido por A. Postumio y dedicado por su hijo en el 484 a. C.
Fue reconstruido y embellecido en varias ocasiones, en el 117 a. C. por el cónsul Lucio Cecilio Metello Diademato, elevándose el podio en el 73 a. C. por Gayo Verres, gobernador de Sicilia y también en época de Augusto, tras un incendio en el 14 a. C., finalizándose en el 6.
El templo era períptero (pórticos columnados en el perímetro exterior de la cella), octastilo (ocho columnas en el frente) y con once columnas en los lados mayores en orden corintio. El podio mide unos 50 metros de largo por 30 de ancho y tenía unos 7 metros de altura, construido en mampostería y originalmente revestido con toba, que después fue retirada y reutilizada en otras construcciones. Tres de las columnas han sobrevivido hasta el presente. Se discute si le precedía una escalinata, así figura en la Forma Urbis de época de Septimio Severo, pero no se han hallado restos en las excavaciones. Según una hipótesis, se debieron eliminar para emplazar una de las tres tribunas de oradores que había en el Foro Tria rostra.
Aunque dedicado a los Dioscuros, era más popularmente conocido como Templo de Cástor. Fue en varias ocasiones lugar de reunión del senado.

Templo de Rómulo:
Fue identificado durante mucho tiempo como el templo dedicado a Valerio Rómulo, hijo divinizado de Majencio. Hoy se tiende a pensar que es de época constantiniana y que debía estar consagrado a los Penates. El templo original podría haber estado en el área ocupada por la Basílica de Majencio, al construirse ésta, el templo antiguo se emplazó en la vecindad, donde ahora está.
La planta del edificio de ladrillo es circular, con una fachada curvilínea en cuyo centro se abre la entrada, flanqueada por dos columnas de pórfido con bases de travertino y capiteles de mármol que sostiene un alquitrabe del mismo material. La puerta de bronce es la original. A ambos lados del edificio se sitúan cuatro hornacinas y dos salas alargadas y con ábside, precedidas por columnas de mármol veteado que debían alojar las estatuas de los Penates.
En el siglo VI el templo pasó a ser el atrio de la iglesia de los Santos Cosme y Damián, que se levantó en buena parte de lo que era el Foro de la Paz.
el
Templo de Saturno:

El Templo de Saturno (en latín Templum Saturni o Aedes Saturnus) es un monumento dedicado a la deidad agrícola Saturno que se erige en el extremo occidental del Foro Romano en Roma. Representa los cimientos más antiguos conservados en la zona, construido entre 501 y 498 a. C. Algunas fuentes lo atribuyen al rey Lucio Tarquinio el Soberbio y otras a Lucio Furio, si bien esta última dedicación podría corresponder a una reconstrucción hecha tras el incendio por parte de los galos (principios del siglo IV a. C.).
También era llamado Aerarium (‘erario’) porque en él se guardaba el tesoro nacional romano. El templo marca el comienzo del Clivus Capitolinus, el antiguo camino que llevaba a la cima del monte Capitolino.
Las actuales ruinas corresponden a la tercera edificación del Templo de Saturno, que reemplaza a la segunda, destruida en el incendio del año 283.
Según las fuentes, la estatua del dios en su interior, cubierta y provista de una guadaña, era de madera y se rellenaba de aceite. Las piernas se cubrían con tallos de lino que sólo se retiraban el 17 de diciembre, día de la Saturnalia.
Aunque dedicado al dios Saturno, el principal uso del templo era servir de sede al tesoro del Imperio Romano (aerarium), almacenando las reservas de oro y plata. También albergaba los archivos estatales, las insignias y la escala oficial para el peso de metales. Más tarde el aerarium fue trasladado a un edificio frente a él, mientras los archivos se mudaron al cercano Tabularium. El podio del templo, recubierto de travertino, se usó como soporte para carteles.
El derrumbe gradual no ha dejado más que los restos del pórtico frontal en pie, pero las ocho columnas supervivientes y el frontón parcialmente intacto (con la inscripción Senatus Populusque Romanus incendio consumptum restituit, ‘El Senado y el Pueblo de Roma restauró lo que el fuego había consumido’) representan una de las imágenes icónicas de la herencia arquitectónica de la antigua Roma.

Templo de Vesta:
Está ubicado al sur de la Vía Sacra, delante de la Regia. Es uno de los templos más antiguos de Roma. En este templo se custodiaba siempre encendido, so pena de grandes desdichas, el fuego sagrado en honor de Vesta, diosa del Fuego y del Hogar.
El edificio fue objeto de varias reconstrucciones, que conservaron la entrada orientada hacia el este y la forma circular de la planta (inspirada en las cabañas de la Edad del Hierro), la más reciente a la cual pertenecen los restos conservados es de la época de Julia Domna, esposa de Septimio Severo en el 191.
El templo, circular se eleva sobre un podio de unos 15 metros de diámetro, la cella esta rodeada por veinte columnas corintias embebidas. El techo era cónico y tenía una abertura para permitir la salida del humo. Dentro de la cella no se encontraba la estatua de culto, sino solo el fuego sagrado. Una cavidad trapezoidal que se abre en el podio y a la que se accedía solo desde la cella parece ser la ubicación del penus Vestae, donde se conservaban los objetos que Eneas trajo de Troya: el Paladio (imagen de madera de Minerva) y las imágenes de los Penates.
El templo fue clausurado por Teodosio en el 394.

Templo de Venus y Roma:
El Templo de Venus y Roma (Latín: Templum Veneris et Romae) se sitúa en el extremo oriental del Foro Romano, cerca del Coliseo. Era uno de los templos más grandes de Roma y estaba dedicado a las deidades Venus y Roma. Fue construido por el emperador romano Adriano, que empezó su construcción en 121. Fue inaugurado catorce años más tarde, en 135, pero no fue terminado totalmente hasta el año 141 por Antonino Pío.
Adriano lo construyó sobre los restos del Domus Aurea de Nerón y fue necesario mover la estatua gigante de Nerón, el Coloso de Nerón, que fue situada al lado del Anfiteatro Flavio, también llamado Coliseo, que recibe su nombre de esa estatua. El arquitecto favorito de Adriano, Apolodoro de Damasco, se burló del tamaño de las estatuas de este templo, lo que provocó la ira del emperador, que lo mandó a exiliar y luego ejecutar.
Sufrió un incendio en 307 y fue restaurado por el emperador Majencio. Esta restauración cambió el diseño original introduciendo exedrae, nichos semicirculares, en la parte trasera de cada cela y pavimentando el suelo con mármoles policromados.También sufrió otra restauración, en tiempos de Flavio Eugenio, entre 392 y 394.
Fue destruido por un incendio a principios en el siglo IX y convertido en una iglesia,Santa María Nova, por el papa León IV en 850. En 1615 sufrió otra restauración y pasó a llamarse Santa Francesca Romana.
Era de grandes proporciones, 145 metros de longitud y 100 metros de ancho. El templo consistía en dos celas principales que contenían, respectivamente, a cada una de las dos diosas a las que este templo está dedicado. Las celas estaban dispuestas simétricamente, la que contenía la estatua de Roma, dirigida al oeste y la de Venus al este. A la entrada de cada cela se situaban cuatro columnas.
El lado oeste y el lado este poseían diez columnas (decástilo) y el lado norte y el sur poseían dieciocho columnas, todas ellas de 1,8 metros de ancho y corintias.
Adriano introdujo unas inscripciones nombrando a las respectivas deidades, en la que destaca la palabra amor, ya que Venus era la diosa del amor y amor es Roma escrito al revés produciendo un efecto simétrico.
Actualmente se conserva en un buen estado, conservándose parte del edificio.

Basílica Emilia:
Edificada por los censores M. Fulvio Nobilior y Marco Emilio Lépido en el 179 a. C. y por ello entonces llamada Basílica Æmilia et Fvlvia detrás de las Tabernae novae luego desaparecidas, rodeándola de tiendas que alquiló a particulares. Fue reconstruida en varias ocasiones, sobre todo por miembros de la gens Emilia la primera en el 78 a. C. por el cónsul Marco Emilio Lépido, por lo que recibió el nombre de Basilica Aemilia. Otra reconstrucción de mayor alcance fue emprendida en el 55 a. C. por el edil curul Lucio Emilio Lépido Paulo, hermano del triunviro Lépido; las obras no acaban hasta el 34 a. C., con el hijo de éste, L. Emilio Lépido Paulo con la ayuda de Julio César.
Basílica Julia:
Cierra por el lado sur el Foro Romano, limita al oeste con el Vicus Iugarius separándola del templo de Saturno y al este con el Vicus Tuscus que la separa del templo de los Dióscuros.
Fue empezada a construir por Julio César en el 54 a. C., de quien tomó el nombre sobre el espacio antes ocupado por la Basílica Sempronia, erigida en 169 a. C. por Tiberio Sempronio Graco, padre de los tribunos de la plebe Tiberio y Cayo, quien para edificarla habría demolido la casa de Escipión el Africano y algunas tiendas de las Tabernae veteres. Para despejar el solar, César tuvo además que desplazar la tribuna de oradores a la extremidad oeste del Foro Romano. La Basílica Julia fue acabada por Augusto, pero se incendió en el 14 a. C. y fue reconstruida por el mismo emperador que la dedicó a sus hijos adoptivos Cayo y Lucio en el 12. Sufrió un nuevo incendio en época de Carino en 283 y volvió a ser restaurada con Diocleciano. Una última destrucción parcial sucedió con el saqueo de Alarico siendo reconstruida por el prefecto urbano Gabinio Vetio Probiano.
Actuaba como sede del tribunal de los Centunviros, ciento ochenta jueces que eran el total de los cuatro tribunales juntos.
Era de grandes dimensiones (109x48 metros) con una nave central de 82x18 metros en torno a la cual había cuatro naves menores abovedadas en dos pisos y con arcos enmarcados por semicolumnas. La nave central se dividía en cuatro partes por cortinajes o estructuras de madera que cuando se requería se retiraban para dejar el espacio vacío.
En la escalinata del pórtico se encuentran juegos grabados en el mármol blanco como una especie de damas chinas o un círculo dividido en segmentos.

Arco de Severo Séptimo:
Es un antiguo arco de triunfo que se encuentra en Roma en una extremidad del Foro Romano, a los pies de la colina del Capitolio.
Fue erigido en 203 para glorificar las victorias militares del emperador Septimio Severo y sus hijos Geta y Caracalla bajo los Partos.[1] Es una construcción en mármol, consta de un arco principal encuadrado por dos pequeños arcos. Las fachadas están ricamente decoradas por columnas y bajorrelieves. Bajo el ático de cada fachada, está grabada una larga dedicatoria. Originalmente, las letras grabadas en huecos contenían letras en bronce hoy desaparecidas.
Una cuadriga de bronce conducida por el emperador y sus dos hijos, coronaba el arco antiguamente. Una escalera permite el acceso a la plataforma superior.

Arco de Tito:
Es un arco de triunfo, situado en la Vía Sacra, justo al sudeste del Foro en Roma. Fue construido poco después de la muerte del emperador Tito (nacido en el año 41 d.C. y emperador entre los años 79 y 81 d.C.).
El arco de Tito rememora las victorias de Tito contra los judíos. Las figuras que lo adornan se mueven entre lo real y lo divino, fundiéndose en una misma composición. En una de las escenas representadas aparece un personaje con yelmo (la diosa Roma); en otra escena aparece una “victoria”, que es un ser con alas que coloca la corona de laureles al emperador.
El arco se apoya en un podio sobre el que se encuentra el cuerpo formado por una bóveda de cañón asentada sobre dos pilares decorados con dos pares de columnas adosadas de capitel compuesto y ventanas ciegas en medio. Sobre el cuerpo se encuentra el ático, con una inscripción alusiva a Tito. A diferencia de otros arcos de triunfo como el Arco de Constantino, los relieves se concentran en las enjutas donde aparecen las Victorias que se dirigen a la clave, que destaca sobre el resto del arco. El entablamento está formado por un arquitrabe a tres bandas, un friso que representa el desfile triunfal de las legiones romanas en Jerusalén y una cornisa que soporta el ático. El intradós está decorado con casetones y a ambos lados hay representaciones de la entrada de Tito en Jerusalén, honrado por los soldados que llevan un candelabro de siete brazos.

Rostra:
En el año 338 a. C. (época de la República) el cónsul Cayo Menio se vio envuelto en una batalla contra la flota de los volscos en el puerto de Antium, donde obtuvo una gran y definitiva victoria. El cónsul mandó arrancar los rostra (espolones) de los barcos enemigos para trasladarlos a Roma y colocarlos en el muro de la tribuna de oradores del Foro Romano. Desde entonces esta fue conocida como rostra y, por extensión, se acabó por dar el nombre a dichas tribunas. En origen esta tribuna se debía encontrar entre el foro de época republicana y el comitium, que entonces se encontraban diferenciados, por lo que los oradores podían ser escuchados de una y otra parte.

Curia hostilia:
Construida, según la leyenda, por el rey Tulio Hostilio, tercer rey de Roma, sucesor de Numa Pompilio segundo rey de Roma y antecesor de Anco Marcio, cuarto rey de Roma. Fue restaurada por Sila (Curia Cornelia) en los años 80 a. C.
En 52 a. C. un incendio destruyó el edificio, lo que llevó a Julio César a trasladarla desde su emplazamiento primigenio (donde César construiría su foro) a su actual ubicación, si bien las obras se interrumpieron a la muerte del emperador. Por decreto senatorial pasó a llamarse Curia Iulia, concluyéndose su construcción (a la que se dotó de un pórtico llamado chalcidicum) en el 29 a. C. De nuevo destruida por las llamas en el año 64 d. C. durante el gran incendio de Roma, fue renovada bajo Domiciano en el 94.

Basílica de Majencio:
La Basílica de Majencio estaba situada en el foro de Roma, y fue construida sobre las ruinas del Templo de la Paz de Vespasiano. Era uno de los edificios romanos más importantes destinado a la administración de justicia, y a los tratos comerciales. Su forma y su planta fue copiada en la era cristiana para construir las primeras iglesias. Solía tener una planta de tres naves; una central y dos laterales.

Tabulario:
El tabulario fue un edificio que mandó construir el cónsul Quinto Lutacio Catulo en el año 86 a. C., destinado a archivo. Se construyó con grandes muros de 3 metros y medio de espesor a nivel del suelo que se van degradando a medida que se elevan hasta el nivel superior del Capitolio. Era como una doble muralla con corredores estrechos para guardar los documentos oficiales. Está situado en el Foro Romano y sus ruinas forman un telón de fondo en este espacio, una fachada sólida y monumental con una decoración de columnas dóricas empotradas en el muro.

Templo de Antonio y Faustina:
Es el edificio mejor conservado del Foro Romano. Se abre a la Vía Sacra, al este de la Basílica Emilia, frente a la Regia. Se compone de una cella construida en bloques de toba volcánica, en origen revestida de mármol veteado, un pronaos de seis columnas de orden corintio en el frente y otras dos en cada lateral, de una altura de unos 17 metros. El friso presenta una decoración de grifos enfrentados y motivos vegetales.
Su construcción fue ordenada por Antonino Pío a la muerte de su esposa Faustina la Mayor en 141 d. C. El emperador a menudo decía que habría preferido vivir con ella en el desierto que sin ella en el palacio. Pocos años después, en el 161, muere el emperador y el Senado, al divinizarlo, consagra el templo a la pareja imperial. En el siglo XI se transformó en la iglesia de "San Lorenzo de Miranda".

La Regia :
Era la sede del Colegio de pontífices. Se encontraba en el Foro Romano, orientada al norte. Era un templo antiguo donde estaban instalados los altares y relicarios de algunos dioses romanos tradicionales, dioses que no tenían rostro, ni sexo ni mitología, como Opiconsivia (Ops) y Vesta, considerados como fuerzas espirituales, conocidos como numen. En este edificio tenía el pontífice máximo su despacho y los archivos. Era lugar de trabajo pero no vivienda. Otro concepto es la Regia Marina que envuelve a toda la armada de Italia durante el periodo de la segunda guerra mundial. Regia es un adjetivo calificativo (género: femenino) que describe algo sublime. Es también apócope de Regiomontana, gentilicio, siempre de género femenino, de la ciudad de Monterrey, Nuevo León.

Templo de Vespasiano y Tito:
El edificio fue erigido por Domiciano en honor de su padre Vespasiano y su hermano Tito divinizados.
Se ubica entre los vecinos tem
plos de Saturno y la Concordia. La falta de espacio se refleja en la expansión más a lo ancho que a lo largo (23x33 metros) y en la anomalía de que la escalinata se encuentre encerrada entre las seis columnas del pronaos, de orden corintio y con una altura de 15,70 metros, tres de las cuales, en el ángulo del edificio, han perdurado hasta la actualidad.

Templo de la Concordia:
El Templo de la Concordia en la antigua ciudad de Roma fue el principal templo de la ciudad dedicado a la diosa de la Concordia. Se encontraba en el extremo occidental del Foro Romano. Puede que en origen se remontara al siglo VI a. C., pero no hay acuerdo sobre su datación exacta. Fue destruido y restaurado varias veces a lo largo de su historia, y su última restauración, entre los años 7 y 10 a. C. bajo el emperador romano Tiberio, está descrito por Plinio el Viejo en su Historia Natural.

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